Y los buenos momentos se van, se van como ese viento que viene del este. Y nosotros, siempre haciendo lo que nos dicen, fieles seguidores de las normas que nos pusieron nuestros pensamientos. Hoy nos dicen que debemos separarnos, que nunca tubimos derecho a encontrarnos, que el destino tubo un desliz por un momento, y que las cosas deven seguir como si nunca hubiera pasado. Que todo lo que hubo no fue más que un simple error. Que esas primeras mariposas no existieron. Solo puedo pensar en lo triste que me siento, en lo mal que estare por este tiempo, en lo que voy a perder sin tu amor, en la cantidad de besos que nunca nos daremos, en lo feliz que pude ser y no sere. Y entonces es cuando tú llegas y me dices que lo único que devo decirme es: Estare bien. Y lo mejor es que te creo.