Y yo que creía que era horrible vivir sin que sepas que existo. Ahora me estas empezando a odiar. Piensas que soy una borde, una gilipollas, una amargada. Te juro por lo que más quieres que no lo hago apropósito. Simplemente te quiero tanto que me da miedo que averigües lo que siento por ti. Me da tanto miedo enamorarme todavía más; que, te trato fatal. Tampoco se puede decir que tú seas él mas simpático del planeta, justo lo contrario diría yo. Los dos, en este juego sin final, vamos a conseguir que pase lo que ya me paso antes. Es un juego que todavía sigue. Vamos a conseguir odiarnos, aunque yo te siga queriendo. Vamos a insultarnos todos los días, buscaremos cualquier excusa para meternos el uno con el otro. Pasando un año o dos, será tan normal que lo haremos sin darnos cuenta. No nos aguantaremos, y hablaremos muy mal el uno del otro. Créeme, he vivido lo mismo con otro; y, a día de hoy, no nos aguantamos. No quiero que me pase esto contigo, pero estoy intuyendo que pasara.
Soy demasiado predecible.
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