Otra noche de bajón, hace tiempo que es costumbre. Parece que los problemas nunca se acaban. En realidad, parece que se triplican. Debe de ser por mi culpa, al fin y al cabo soy experta en complicarme la vida. Aunque, todos tenemos problemas, eso no se puede negar. Por eso me encanta tanto la sensación de estar borracha, porque te olvidas del mundo. Solo importa el ahora, el momento, y nada más. Y eso es tan increíble. Te das cuenta de lo ridículo que resulta todo, la vida en general. Es una forma de desconectar de vez en cuando de la realidad, de dejar todo de lado. Por eso bebo, porque me ayuda a seguir, a desinfectarme un poco por dentro. Ojala se pudiera sentir lo mismo sin necesidad de consumir alcohol, ojala pudiera llegar de otra forma a pasar completamente de todo, siendo yo y nadie más. Por eso lo hago. Y de verdad lo siento por la gente que me tiene que aguantar. Al fin y al cabo, somos simples humanos.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
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