Al fin y al cabo, todos llevamos el nombre de alguien escondido entre cada sonrisa. Y yo elegí el tuyo, que se le va a hacer. Es patético echar de menos algo que ni siquiera has tenido, algo que no te han dado. Joder, me das la vida con tus mensajes y eso me acojona. Me asusta lo increíblemente bajo que he caído. ¿En que momento de toda esta historia nos intercambiamos los papeles? Se supone que tú eras el interesado, el que movía las fichas, el que tonteaba... Se suponía que yo pasaba de ti. Pero es que a gilipollas no me gana nadie, soy experta en que la gente me sustituya. Yo tampoco me elegiría a mi, en cualquier lugar puedes encontrar algo mejor. Y no me extraña. Te trate como una mierda, como si no fueras nada, como si fueras una molestia. Me reí de ti, te ridiculice. Le decía a todo el mundo el incordio que podías llegar a ser, lo mucho que odiaba encontrar un WhatsApp tuyo al mirar el móvil. Me quejaba incontables veces de tu forma de insinuarte y proclamaba a los cuatro vientos que no me interesabas para nada. Fui una zorra, lo reconozco. Pero a pesar de todo creo que muy en el fondo yo ya sabía lo que iba a pasar. Siempre me enamoro de lo que me dicen y tú te fijaste en mi, viste en mi algo que pocos han visto. Algo dentro de mi estaba empezando a surgir, incluso cuando te ignoraba. Te portabas tan bien conmigo, eras tan atento, tan comprensivo. No estaba acostumbrada a que alguien se preocupara tanto por mi. Tal vez por eso comencé a sentir algo más por ti. Lo único que esta claro es que al final te cansaste de dar sin recibir nada a cambio, como cualquiera habría echo mucho antes. Pero yo soy la retrasada que te odia por haberte ido, que te odia por haber dejado de hablarme. Y digo que te odio refiriéndome a que te quiero, porque tengo la puta manía de querer un poco así, odiando.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
Comentarios
Publicar un comentario