Escueces, amor. Escueces como el alcohol, pero sin desinfectarme. Me envenenas las noches y me inyectas tu jodida esencia en vena. Por que si, eres mi heroína. Mi jodida cocaína, mi éxtasis, mi hachís. Eres mi nicotina y por eso te siento más cerca en cada calada. Eres mi canción preferida sonando a todo volumen en el bar. Eres mi poesía favorita. Eres la canción desesperada de Neruda. Eres cada frase cargada de razón de Benedetti. Eres mis lugares. Eres Bilbao y su vida. Eres Madrid y sus calles. Eres Barcelona y su sagrada familia. Eres París y su torre Eiffel. Eres Salamanca y su inolvidable plaza mayor. Eres New York y sus torres gemelas, que aún sin estar siguen presentes en todos nosotros. Eres las copas que cada sábado me ayudan a recordarte sin que duela. Eres la ropa que me pongo cuando sé que voy a verte. Eres la forma en la que sonreía al leer tus mensajes. Eres mi error y mi acierto, mi verdad y mi mentira, mi cara o cruz. Eres mi soporte, mi pilar, mi columna y toda mi jodida estructura. Fuiste invierno. Y verano echándote de menos. Eres mis ojos verdes, son tuyos. Eres mi insomnio de las 3 de la mañana. Eres mi motivo.
Eres todo. En cambio¿Que soy yo para ti? Nada. Soy tu nada, enamorada de mi todo.
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