Decimos que bebemos para olvidar porque no tenemos mejor manera de justificar que nos guste tanto algo que nos mata. Y un poco así, con el amor. Con todo, vamos. Nunca tendremos cojones suficientes para admitir que nos encanta hacernos daño. Por mucho que acusemos al mundo de cruel y a la vida de puta, aquí los imbéciles que se joden la vida somos nosotros. Y sin ayuda de nadie.
Cada vez tengo más claro que una cicatriz se cierra haciéndote otra. Eso si, me refiero a una de esas que de niños enseñábamos orgullosos a nuestros amigos, una de esas que te marcaba y te recordaba lo fuerte que eras.
Ojala todos encontremos nuestra cicatriz, esa que se quede grabada para toda la vida. Y espero que nunca nos cansemos de contar su historia.
Cada vez tengo más claro que una cicatriz se cierra haciéndote otra. Eso si, me refiero a una de esas que de niños enseñábamos orgullosos a nuestros amigos, una de esas que te marcaba y te recordaba lo fuerte que eras.
Ojala todos encontremos nuestra cicatriz, esa que se quede grabada para toda la vida. Y espero que nunca nos cansemos de contar su historia.
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