Por fin lo he comprendido. Desde hace tiempo creo, que necesito que alguien me quiera. Pero no es así. Necesito que me quiera él. Con su preciosa sonrisa de niño bueno, con sus cercanas maneras de vivir. Con sus ganas de pasárselo en grande, siempre. Necesito que me bese, me lleve lejos de aquí, lejos de esta jodida realidad. Que me quite la presión acumulada, la continua espera para ver qué pasa. Que me devuelva las ganas de vivir, que me haga sentirme guapa. Que me quiera tanto como le quiero yo.