Adoro cuando te ríes sin venir a cuento. Cuando intentas ayudar a los demás, queriendo parecer indiferente. Cuando sonríes y te ríes de ti mismo, intentando disculparte por algún error o fallo tonto. Te escondes detrás de una mascara de que nada te afecta demasiado, que eres alguien normal. Se que debajo de todo, eres especial. Te gusta hacer chistes tontos cuando no sabes que decir, te pones rojo cuando se te quedan mirando o te recuerdan algo de lo que te avergüenzas. Tienes millones de canciones distintas en tu ipod, de toda clase y estilo. Me gusta cuando te pones bien el pelo cuando crees que nadie te mira. Le das golpes a la mesa cuando estas aburrido, creando una melodía rítmica. La gente te tiene que llamar varias veces, porque estas en tu mundo lejano, perdido en tus pensamientos. Eres más torpe que yo, y eso ya es decir mucho. Me gusta cuando dices cualquier tontería, y pones caras raras. Ya ves, sigo conociendo cada parte de ti.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
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