Hace tiempo leí que con 50 años habremos conocido a lo largo
de nuestra vida a unas 20.000 personas. Haciendo una regla de tres, obtuve que
un joven de 17 años habría conocido aproximadamente a 6800 personas. Pongamos
que la mitad de esas personas, es decir 3400 son hombres y la otra mitad
mujeres. Y supongamos que de esos 3400, solo 1/3 están dentro del margen de edad en el que se incluyen todas
las personas con las que podríamos tener una relación. Es decir, descartamos
2/3, donde se encontrarían aquellas personas de las que nunca podríamos enamorarnos:
familiares cercanos, ancianos, niños pequeños… Nos queda el siguiente numero: 1133,333…
Pero redondeando pongamos unas 1000. De todas esas personas, nos enamoraremos
de una sola. Estamos hablando de una milésima parte, 0.001. Y a su vez, esa
persona se enamorara de una sola entre 1000. De esta manera, la probabilidad de
que la persona de la que uno se enamora sea precisamente la persona que se
enamora de uno, es según las matemáticas (1/1000) · (1/1000), lo que es igual a
una posibilidad entre un millón, 1/1.000.000. Asique, si se diera esa
improbable situación de poder estar con la persona que quieres, si el destino
ignorase 999.999 opciones y convirtiera esa única probabilidad que había entre
un millón, en un hecho, en una realidad, ¿qué sentido tendría no aprovecharla,
que mas da lo que venga luego, que importa lo complicadas que sean las circunstancias?
Si lo mas difícil, lo que tenía una sola posibilidad entre un millón de ocurrir,
ya ha ocurrido.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
Me has dejado con la boca abierta, me ha encantado la entrada. Me gustaría saber si me das permiso de publicarla si explico la fuente. Si no es así, no pasa nada. Un besito desde sonriesinsentido.blogspot.com , te dejo por aquí mi twitter @Cristinacayero :)
ResponderEliminarMuchas gracias a las dos :)
ResponderEliminarCristina, claro que si, pero este texto no es mio, es de un vídeo de YouTube que se llama: "Mis segundos por tus primeros". Porcierto, me encanta tu blog!
Un beso (: