Echar de menos no es solo decirlo. Echar de menos es romper por dentro cuando suena esa canción que te recuerda a todo lo que paso, o cualquier canción que hable de buenos momentos. Echar de menos es recordar siempre lo mejor, y aprender de lo malo. Echar de menos es angustia, nostalgia y ganas de llorar juntas en una misma mezcla de razón. Es prestar atención a lo que dice tu dormido corazón, querer retroceder el tiempo para volver a vivir esas cosas, que te han hecho ser como eres hoy. Es morir al pensar en esos preciosos recuerdos que tienes, que te auto-destruyas con ellos y quieras repetirlos mil veces más. Por que, al fin y al cabo, todos echamos de menos algo, todos querríamos volver a cierto lugar y a cierto momento, aunque a veces nos cueste reconocerlo.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
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