La manía que tenemos de aferrarnos a las cosas que nos hacen daño. Las ganas que ponemos cuando sabemos que nos va a doler como nunca, que nos van a arrancar el alma. La adrenalina de acercarse cada vez más a la ostia de tu vida. Acelerar, sin frenos, sin baches. El miedo. A perder las cosas que tenemos, aunque nos hagan daño. Aunque nos hagan mierda. Creer que es mejor el sufrimiento que nos provocan; mejor que no tener nada. Y somos gilipollas. O estamos enamorados, que es lo mismo. Negados en quitarnos la venda que nos ciega. Le decimos al futuro que hoy no venga, que no nos invite a bailar. Y por si no fuéramos bastante estúpidos, lo difícil nos atrae, lo imposible nos obsesiona. Lo jodido de quedarte cuando quieren que te vayas, lo imbécil de irte cuando quieren que te quedes. Imaginarse una vida con alguien que te la quita, releer los mensajes de alguien que hace tiempo que salio de tu vida. Y todo eso porque preferim...