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Saber que se puede

Me voy dando cuenta poco a poco de que solo me importas tú. Que jodido, eh. Esta mierda no puede ser el amor del que todo el mundo escribe.

Todavía estoy recuperándome de ti. Sobreviviendo a las noches sin tus mensajes, y eso que ya van muchos meses desde que me llego el último. Lo que pasa es que en vez de avanzar, me quedo anclada en las palabras que nunca me dijiste. Y no hay nada más patético que añorar algo que nunca te ha pasado, sentir nostalgia por algo que en la vida te han dado. Menos mal que ya cada vez visitas menos mis recuerdos.

Digamos que a mi esto me viene grande, me supera. Si no tengo cojones para quedar con un tío, como voy a tenerlos para llegar a algo más. Como voy a hacer feliz a alguien si incluso me cuesta hacérmelo a mi misma.

Creo que las relaciones no están echas para mi. Tampoco lo puedo saber, nunca he tenido ninguna; ni siquiera he estado cerca. Reconozco que podría haber surgido con alguno. Pero soy de malgastar oportunidades. Y, admitamoslo, no eran muy buenas.

Lo único que quiero es aprender. Ya habrá tiempo para el amor, ya habrá tiempo para las parejas. Me queda toda la vida para probar. Lo que ahora necesito es madurar. Entender que yo valgo más que cualquiera de esos imbéciles por los que he muerto. Saber que puedo con todo, que no necesito en mi vida a nadie que no me necesite en la suya.

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