Me encanta que me digas ese tipo de cosas. Esas que me hacen feliz, que hacen que me ponga contenta, y es que alegras mis días con unas pocas palabras. Si, así sin mas. Ni te lo imaginas, flipas un rato, lo se. Quien nos lo iba a decir. Tu y yo. Si, es raro. Que fácil es ser feliz, en realidad, a tu lado. Estemos donde estemos. Cambien lo que cambien las cosas. Estamos por encima de eso, ¿no? O eso decíamos en los días buenos. Quien sabe. Tal vez, después de todo, estemos echos el uno para el otro. Dos personas tan diferentes, tan cambiantes. No se puede saber donde acabara todo esto. Tampoco si algo pasara. Pero esperemos llegar a algo.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
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