Deberías darte cuenta de que a él no le preocupa lo que te
pase, ni que digas mentiras, ni que mires a otros tíos. No le importa lo mucho
que le quieres, y ni siquiera sospecha que sigues pensando en él. Le da igual
que llores a las noches, que te protejas en música y en canciones que solo
tienen sentido en tu vida. Le es indiferente que todavía a veces le des vueltas
a como seria tener una vida juntos, pasar las noches y los días de su mano. Y, aunque
te esfuerces en olvidarlo, aun recuerdas el roce efímero de su piel, cuando sin
quererlo vuestras manos se rozaban y tú contenías la respiración. Su mirada, su
sonrisa, cada palabra, no se te van de la cabeza. La verdad es que ya no sabes
ni lo que sientes, si le quieres o le odias, si le extrañas o no le quiere ver.
Es tanto el tiempo en el que has querido olvidarle, que lo único que has
logrado ha sido recordarle más.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
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