Tú, que estas hay sentada simplemente leyendo. Tú, que cada
día te enfrentas al mundo con una sonrisa; aunque en realidad dentro tengas una
verdadera tormenta. Tú, la que sabe lo que es no ser correspondida, la que no
sabe olvidar y se da cuenta de lo jodido que es no lograr dejar de pensarle.
Tú, que aunque digas que no, sabes cómo eres. Y aun así sigues sorprendiéndote a
ti misma cada día. Tú, que lloras, que sonríes, que vives, que gritas y cantas.
Tú, que siempre intentas dar lo mejor de ti, llegar al corazón de la gente,
ayudar aunque te quedes en el intento. Tú, que matarías por ellas, aunque no lo
sepan. Tú, que finges que todo te da igual. Tú que estás leyendo esto, sonríe,
porque vales mucho.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
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