"Tú, abres la boca y sueltas lo primero que se te pasa por la
cabeza y ni siquiera te paras ni un segundo a pensar en lo que hay detrás de la
fachada de cada persona. Detrás de cada uno hay una historia, y no te puedes
permitir el lujo de acusar a alguien sin saber de qué material esta echa la
persona de la que te estas riendo o a la que estas humillando. Eso no se hace. ¿Tienes
una mínima idea de lo que supone no ser capaz de expresar lo que piensas? Yo,
como toda persona de este mundo siento, padezco, pienso y sufro. Pero tú no
sabes la putada que es tener que guardártelo todo en la garganta y no poder
sacarlo fuera por el miedo al que dirán y a la reacción de los demás. Créeme
que no lo hago por gusto. Si ahora me callo es porque algún día abrí la boca y
me la taparon a la fuerza y me hicieron daño. Desde entonces, y erróneamente,
creo que la solución es decir que si a absolutamente todo, no rechistar, no
opinar y no darle rienda suelta a tu imaginación. ¿Tienes idea de lo que es
avergonzarse de uno mismo, eh? ¿De lo que es ir por la calle con la cabeza baja
deseando que nadie te mire porque te da la sensación de que todo el mundo se está
riendo de ti, de que están hablando de lo que llevas o de lo que les parece tu
cuerpo? ¿Tienes idea de lo que es sentir que nadie te respeta, que intentas
poner límites pero todo el mundo se los salta, que hay una voz que te dice que
no vas a ser capaz de conseguirlo, y que por mucho que lo intentes, y persigas
y que vuelvas a intentarlo, no vas a conseguirlo porque no eres capaz? Siempre
hay una voz por detrás que te impide que hagas lo que realmente te apetece, y así
es como poco a poco te olvidas de ti mismo, de quien eres, de dónde vienes,
porque estas donde estas. Eso, es vivir para el otro, y sentir que si no entregas
todas tus metas, decisiones y objetivos a la otra persona y al resto del mundo
no vas a llegar a ningún sitio. Te aseguro que es realmente triste solamente
valorar la vida del otro. Y a pesar de que nadie da un duro por ti; porque
casualmente siempre escoges a los que te hacen daño, tú sigues hay soñando que algún
día alguien va a venir simplemente a decirte que le importas, que quiere cuidar
de ti o que pelearía lo mas mínimo por mantenerte a salvo. ¿Conoces la sensación de darte asco, de no ser
capaz de mirarte al espejo porque te devuelve de todo menos lo que quieres
encontrar? Ese maldito momento en el que te quedas mirando a tu reflejo y no sois
capaces de mantener la mirada, porque ni tú le quieres a él, ni él te quiere a
ti. Te quitarías de allí y te pondrías aquí, cambiarías tu cuerpo de pies a
cabeza. ¿Conoces la sensación de querer tener el estómago y la mente vacía? No
de quererlo, sino de necesitarlo. De sentirte tan ligera como una pluma, de
volar, porque crees que es para lo único que sirves. Y al final, lo único que
consigues es marearte y desvanecerte en el suelo, por llevar dos días sin
comer. Es casi tan duro como pensar que cada gramo de comida que te metas por
la boca es una hora de castigo y de ejercicio. Tú nunca has tenido una voz en
la cabeza que te grita que eres una gorda de mierda y que no eres capaz ni de tener la boca cerrada. ¿Sabes lo que es
estar obsesionado con algo? No poder dejar de pensar en la misma cosa una y otra
vez. Reír, llorar, despertar y acostarte por ello, con la sensación de que por
mucho que te esfuerces, por mucho que
corras, por mucho que adelgaces, no vas a conseguirlo, porque no eres nadie
para que las cosas te vayan bien. En consecuencia, te pasas todo el día
encerrado entre cuatro paredes, con la música a toda hostia para que nadie te escuche
llorar, destrozándote la garganta y pensando que no tienes un hueco en este
mundo. Y te aseguro que eso es bastante importante, lo que pasa es que estamos
acostumbrados a tener ese hueco. A su vez, lo único que le pides al mundo es
que nadie te llame y ni te pida explicaciones, pero al mismo tiempo estas
deseando que suene el móvil y alguien te pregunte como estas. Menudo caos
mental, ¿eh? No le deseo a nadie la sensación de estar peleado consigo mismo,
eso es una jodida pesadilla. Pero tú sin embargo te empeñas en seguir pensando
que es por capricho o por llamar la atención, crees que es muy fácil dejar los
pensamientos a un lado y seguir adelante. Y oye, no están fácil seguir adelante
cuando no eres capaz de plantarte delante de un plato y probar bocado, cuando
no eres capaz de pedir que te respeten. Sentirte atacado, humillado y juzgado
por todas partes no es fácil y no es ningún juego. Y no, este no es mi caso,
pero sí que es el caso de muchas personas que están bastante más cerca tuya de
lo que piensas. Créeme, necesitan ayuda, no que les digas que son unos
caprichosos. Los que tienen el valor de reírse y acusar a personas cuya
historia no conocen es porque realmente no tienen ni idea del daño que son capaces
de hacer, por eso lo hacen."
Anita Bwice.
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