¿Sabes cuál es el pronombre
personal que debería tener el papel más importante en tu vida? ¿Y el que
primero se nos olvida? Tú. Muchas veces te dejas en el último lugar, y no te
das cuenta de que solo tú sabes realmente quien eres. Porque tú, eres el único
que sabe que te motiva cuando te despiertas. Él que se marca las metas y las cumple,
el único que conoce que canciones te hacen querer comerte el mundo, quien
disfruta de los pequeños placeres y de los pequeños detalles. La única persona
que sabe cuando el espejo te dice la verdad y cuando te miente. Él que sabe cómo
te sienta hacerte un año más vieja, el que vive los días de lluvia en tu piel.
Quien sabe cuáles son las historias que te hacen perder la cabeza, él que conoce
el verdadero sabor de tus lagrimas. Tú, eres él que soporta el sonido de tu
horrible despertador cada vez que te despierta, quien tiene la capacidad de
decidir que es mejor reírse de los problemas y buscarles soluciones. Eres el
único capaz de valorar lo que hay en tu vida. Y si, los demás pueden
averiguarlo, pero solo tú lo sabes a ciencia cierta, son tus pequeños secretos.
Por estos, y por un millón de motivos más, deberías estar orgulloso de ti. Por
si no te acuerdas, por si no quieres acordarte, y porque no hace falta ser el
mejor para ser bueno, permite que te lo diga yo, eres increíbles. Así que por
favor, que se pare el mundo, que este brindis, va por ti.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
Comentarios
Publicar un comentario