Son las dos de la
madrugada. Y aquí sigo como todas las noches sin parar de pensar en ti. Como
desde el principio, como desde el comienzo, sigues siendo mi desvelo. Mi razón
más real, la casualidad de mi vida, el motivo por el que creo en el destino. Personas
que me quieren y valoran, personas en las que confió más que en mi misma, me
han gritado ya muchas veces que soy gilipollas por seguir reteniéndote en mi
mente. Y el corazón todavía me duele. Mejor dicho, nunca me ha dejado de pedir
a gritos piedad. Por eso, sigue cada día rogándome que le deje funcionar
correctamente, sin el jodido recuerdo de tu nombre. Pero, yo soy la que vive
con una presión constante en el pecho. Yo soy la que pasa estas frías
madrugadas debajo de mis sabanas sin alejarte ni un instante de mi memoria, autodestruyéndome
poco a poco. Yo soy la que contemplo mi reflejo cada día frente al espejo teniendo
la absoluta convicción de que tú odias todo esto, de que cada parte de mí nunca
será lo suficientemente buena para ti ni para nadie. Yo soy la retrasada que no
aprende, la que queda de tonta, la que todos miran con pena porque no sabe
olvidar. Yo soy la niñata a la que dejaste marcada de por vida, la primera cría
a la que enamoraste sin buscarlo, y la que todavía se acuerda de todas nuestras
bromas que para ti no significaron nada, pero que a mí me llenaron el alma. Yo
soy la maldita estúpida que más te va a querer. Por eso nunca me duermo antes
de las dos de la mañana, por eso estoy acostumbrada a dormir poco. Porque por
las noches dejo de engañarme y mis heridas incurables salen de su escondite
para recordarme lo único que siempre he tenido claro en esta historia. Y
también lo único que me ha hecho llorar en incontables ocasiones. No quieres
ser el amor de mi vida.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo...
Hola, queria mandarte un mensaje mas "privado" pero nose usar esto, de hecho me lo hice solo para comentarte aqui. Me asombra tu madurez en tus escritos y pensar que tienes tan solo 16 años, tengo 18 tampoco soy tan grande, pero me siento tan identificada a veces con las cosas que escribes y mas ahora cuando necesito a alguien que pueda entenderme.. eres una ecxelente escritora, sigue asi y de seguro llegarás muy lejos, por cierto soy de Chile, cuidate adiós.
ResponderEliminarMillones de gracias por este mensaje, me ha encantado, este tipo de comentarios me animan a seguir escribiendo :)
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme, de verdad, si necesitas algo aquí estaré, un beso y te deseo lo mejor.