Está llegando a su fin. Este maravilloso 2012, ya se acaba. Este pedazo añito, estos 366 días que han dado para mucho, estos 12 meses únicos, todo lo que nos ha pasado. Porque, cada año te marca. Te marca de una manera distinta, te hace cambiar; en algunos casos madurar y tal vez llegar a ser más feliz. Porque, cada año es diferente. Cada año las cosas se salen de lo básico, de lo establecido, de lo normal; y muchas cosas quedan irreconocibles. Los miedos, las inseguridades, los complejos, las dudas, todo. Algunos se mantienen igual, y otros no. 12 meses dan para mucho, y os aseguro que nosotras hemos disfrutado este 2012. Lo sé. Ha sido nuestro año, y eso no nos lo quita nadie. Es mirar atrás y ver todo lo que ahora tenemos, y antes desconocíamos. Se nos va un gran año, uno enorme, lleno de: emociones, risas, música, momentos irrepetibles, lágrimas, sonrisas, motivación, amigos, verano perfecto, fiestas, felicidad, libertad, sentirnos bien, ganas de comerse el mundo, sentir que alguie...