Quiero a alguien. Quiero a alguien que se enamore de mi. Que se enamore de mis pequeñas manias, de mis sonrisas. Quiero a alguien que se enamore de mis ganas de vivir cuando estoy alegre, y de mis ganas de mandarlo todo a la mierda cuando creo que nadie me entiende. Quiero a alguien que se enamore de mi risa, que haga todo lo humanamente posible para sacarla.Quiero a alguien que se enamore de mi certera convicción de que nadie podria enamorarse de mi nunca. Quiero a alguien que se enamore de mis tontas preocupaciones sin sentido, de mi baja autoestima y de mi miedo a que me rompan el corazón. Quiero a alguien que se enamore de mis miles de historias, le gusten o no. Quiero a alguien que se enamore de mis trillones de defectos, pero que cuando le pregunte, me los niege todos. Quiero a alguien que se enamore de mi mal genio a las mañanas. Quiero a alguien que se enamore de mis ganas de hacer el gilipollas, y que lo haga conmigo. Quiero a alguien que se enamore de la cara que pondria cuando pensara en él. Quiero a alguien que se enamore de mi timidez y de mi mania de intentar ayudar a la gente siempre. Quiero a alguien que se enamore de mis promesas, de mis ganas de hacerle feliz. Quiero a alguien que se enamore de mi cada mañana, y que cada día me quiera un poco más. Quiero a alguien que se enamore de mi miedo al rechazo, pero también de mis ganas de reirme de todos y de todas. Quiero a alguien que se enamore de mi enteramente, que le de igual como me maquille, como me vista o como me peine, que me vea perfeca aunque parezca una puta, tenga pelos de loca o llebe puesta la cosa más horrenda del planeta. Quiero a alguien que se enamore tantisimo de mi que hasta pueda superarme, a conciencia de que yo me enamoro un monton. Quiero a alguien que se enamore de toda mi vida, si hace falta. Quiero a alguien asi, cueste lo que cueste encontrarlo.
Y comprendió que hay personas que brillan sin ser estrella, y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices: que las comparta con nosotros. Comprendió que enamorarse era una necesidad tan importante como respirar, y que, al igual que moría si no respiraba, también lo hacia, aunque de distinta forma, si no amaba. Pensaba eso del amor. Y también pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos, porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese daño. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas. Que te quite las ganas. Así que nos vestimos con un poquito de orgullo, y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar,...
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