Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2013

No dejar de intentarlo

Todas las personas queremos llegar a ser algo importante. A hacer cosas grandes, a conseguir todos nuestros objetivos y cumplir nuestros sueños. Pero, nos solemos quedar por el camino, preguntándonos como comenzar a ser alguien. En realidad, es muy fácil: se empieza por ser diminuto y crecer mediante humildad, constancia y amor. Consiste en valorar a quien te valora, en no perder el tiempo con cosas que escapan de tu propio control y, sobre todo, en ver la realidad de las cosas. A veces también en fingir ser fuerte, para soportar las adversidades y los días malos. Comprender que es normal sentir dolor alguna vez y hacer que valga la pena. Y, nunca dejar de intentarlo.

Desde que no estas

Ha pasado ya un tiempo desde que nos estamos dejando. Desde que nuestras conversaciones hasta las tantas desaparecieron, desde que las sonrisas al leer una pantalla se esfumaron. Quizás sea hora de asumirlo, de recapacitar sobre mis actos. Tal vez ahora deba ser yo la que de él primer pasó. Escribirte un sencillo “Hola, ¿qué tal estas?”, no sé, dicen que no es para tanto. Dicen que no notaras lo mucho que echo de menos tus tonterías sin venir a cuento, tus “ojitos” o tus “tonta” que me hacían sentir tan especial. Dicen que es fácil, pero yo no puedo. Mi sentido de la vergüenza es demasiado, mi timidez me puede. Es curioso, para mí la vergüenza siempre ha sido un método de protección. Como una coraza, que impide que alguien me haga daño. Me la he impuesto durante años, con el temor hacia cierto tipo de personas. Siempre aparece cuando estoy rodeada de esa clase de gente. Gente que sé que me puede dañar. Pero en este caso, es justo lo contrario. Tengo que aprender a confiar un poco más

Albert Espinosa

"Me gusta dormir, quizá es lo que más me gusta en esta vida. Y quizá me gusta tanto porque me cuesta mucho conciliar el sueño. Desde pequeño he pensado que dormir te aparta del mundo, te hace inmune a sus ataques. La gente sólo puede atacar a los despiertos, a los que están con los ojos abiertos."

Monica Gae - Declaración de Amor y Drama (modificado)

Escribir sobre ti me resulta tan complicado... ¿Cómo podría explicarte, que la realidad en tus ojos me refleja, y me asusta, y me acojonas cada vez que creo ver que realmente es a mí a quien miras y no a una imagen estereotipada de un personaje ficticio?  Tú no eres ningún personaje, tú eres simplemente.... todo lo que mi corazón ha buscado desde el mismo instante en que bombeó la primera ráfaga de sangre a todo mi cuerpo.   Porque cada uno de mis textos te los he escrito a ti sin haberte conocido, y sin embargo, hoy tiene nombre y apellidos. Tiene los ojos más intensos que jamás he mirado.  Tiene el cuerpo y las medidas perfectas para hacerme perder el Norte, el Sur, y cualquiera de mis puntos cardinales. Tiene la boca con el nombre del pecado que cometería cada segundo de mi vida.   Tú no eres veneno.. eres una droga deliciosa por la que morir de sobredosis. Eres la conjugación que une el Invierno y la Primavera.   Puedo ser lo que quieras que sea pero sobre todo, quiero ser el amor

Nunca volveras

Despierto de noche pensando en ti, te echo de menos, no puedo fingir. Recuerdo tus mensajes, me cuesta reír. Ya rompí a llorar, esta es mi realidad. Cuando en mi solo hay cicatrices que saben a ti, murmullos en sueños, gritos por no tenerte aquí.  Tú, ya no sabes quien soy, no te acuerdas de mi. Estas tan lejos, y yo no sé que hacer. Dime la verdad, que nunca volverás.

Las cosas que nunca diré

Nunca diré que por las noches todavía pienso en él. Que hasta las baldosas de la calle me recuerdan lo bonito que es ser tan ingenua como lo fui yo. Lo sencillamente destructible y devastador que es no conocer nada de la vida, pero darla por alguien. Cuando la inocencia aún nos cubría con su velo, protegiéndonos y llenándonos de tontas esperanzas e ilusiones, ahora vacías y carentes de sentido. De todo aquello, ahora no queda nada. Aparentemente, al menos. Increíble pero cierto amor, me has dejado irremediablemente marcada. Llena de heridas y cicatrices, que no creo que jamas se curen del todo. En eso consistía tu misión, en hacerme fuerte a base de golpes. Pero hubo daños colaterales. La mascara de la debilidad aún habita en mi. Quizás ahora, aguante mejor lo que quede por venir. No lo sé, pero conseguiste que dejara de creer en las falsas promesas, y ya de paso en lo imposible. De pronto, crecí, y madure. Y así fue, que me volví más precavida a la hora de compartir mis pensamientos.

Tal vez solo haya que esperar un poco más

Sigo siendo esa niña que lloraba con las despedidas. A día de hoy sigo convencida de que tendré mi propio cuento de hadas, que alguien estará dispuesto a darlo todo por mi. Se ve que no he aprendido lo suficiente de las hostias que me ha dado la vida, porque aun mantengo ese pequeño grado de esperanza. Tal vez en el mundo haya alguien para mi, ¿no? Una persona capaz de pensar en mi de esa forma, que por primera vez me enseñe a respetarme lo más mínimo y que, también por una vez, no me haga daño.

No somos tal para cual

"Cuando nos miremos, nos estaremos desgarrando y apuñalando el alma. No hablaremos de lo que sentimos, para que, hablar de sentimientos es de personas valientes, de personas fuertes; y nosotros sólo somos un par de gilipollas. Yo, una gilipollas que escribe cosas sobre el amor, y tú, un gilipollas que sabe como volverme loca. Y querremos jugar a ese juego tan peligroso de sentir que le importamos a alguien. Pero no pasara, porque no estamos echos el uno para el otro. Y por eso yo, seguiré perdida. Creyendo en el amor, aunque duela. Y seguiré esperando, toda la vida."

¿Qué coño querías de mí, tío?

Sé de sobra que tienes mejores cosas que hacer que hablar conmigo. Que tu mundo no gira en torno a nuestras conversaciones, y que nunca lo hará. También intuyo que ya ni siquiera piensas en mi, y que ni de lejos se te pasa por la cabeza eso de volver a escribirme. Ya no soy importante para ti (si es que alguna vez lo fui), lo tengo claro. Soy consciente de que me ilusione sin motivos, que me haga la tonta no significa que lo sea. Solo me pregunto, ¿que coño querías de mi tío? No tenia sentido hablarme si no tenias intención de dejarme pillada por ti. Y ahora aquí estoy, imaginándote a mi lado a cada segundo del día. Y ahora es demasiado tarde. Demasiado tarde para echar marcha atrás. Ahora ya lo doy todo por ti.