Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2014

Escribir personas

Dejar de escribir por alguien, y empezar a hacerlo únicamente para ti. Que para algo nos tenemos a nosotros mismos; y seguro que nos merecemos más versos que la mayoría de las personas a las que les hemos dedicado párrafos y textos. Pero, desde luego, lo escrito perdura; para no volver a cometer los mismos errores. Y cuando hablo de errores, hablo de personas. Personas que recuerdas al irte a dormir, al pasear por esa calle, o al escuchar una canción concreta. Otras que a lo mejor desearíamos no haber conocido nunca, y otras que quizás habrían marcado tu vida si hubieran llegado antes o después, pero nunca en el momento en el que aparecieron. También están esas personas a las que siempre vas a volver, esas que te hacen sentir en casa con solo mirarlas y que son tu verdad porque su risa es la única melodía que querrías seguir escuchando durante toda tu vida. Personas que, al fin y al cabo, han hecho que seas como eres hoy. Siempre he creído que escribir sobre alguien es darle demasiada

Ya no quiero que vuelvas

Créeme que ahora mismo desearía no haberte conocido. Bueno, en realidad tu y yo nunca nos hemos llegado a conocer, y menos mal. Te juro que estas van a ser las putas últimas palabras que te escriba. Sé que aunque en estos instantes intente borrar tu recuerdo, no seré capaz de hacerlo. Porque cada uno de tus estúpidos mensajes me sacaba una sonrisa, incluso tiempo después de que dejaran de llegar conseguía estar contenta por el simple echo de estar a tu lado a diario. Por eso no me arrepiento de haberte querido, porque he sido completamente feliz amargándome la vida por ti. Y me da igual que nadie lo entienda.  Ademas esta claro que el problema no es mio. Te habrás reído un montón a mi costa, no me extraña. Imagino los comentarios que les habrás echo a tus amigos sobre mi, diciendo que soy patética, que soy una niñata y una penosa. Pues lo siento mucho, pero lo verdaderamente patético es hacerle creer a una persona que estas interesado en ella y luego cuando ya la tienes pillada, pasa
Acabo de entender por qué me encanta emborracharme: odio demasiado ser consciente de la realidad todo el rato.
Todo nos gusta más cuando es imposible. Y eso es así.
Escribo sobre ti porque nunca te he tenido, y aunque me joda ni siquiera hemos estado cerca de ser una historia bonita. En realidad, nunca llegamos a ser historia; ni relato, ni cuento breve.
Hay heridas que parecen totalmente cerradas, pero de repente aparece alguien que te arranca la costra y te deja a piel abierta. Otra vez.
Y también quiso decir, con el firme convencimiento de la voz de la experiencia, que a veces nos cansamos de que no nos quieran.
Te quiero. Me duele más de lo que me ha dolido cualquier otra cosa en mi vida, pero te quiero.
Las personas no siempre pueden darte lo que quieres. 
Hay silencios que se callan porque de hablar sólo lo harían de ti. Y así casi todos los míos.
Las 3.52 y seguirás dando saltos en cualquier bar, hablando con gente desconocida que no tiene ni idea de lo que dicen tus ojos.
Las noches de fiesta me saben un poco demasiado a ti. Sera porque te bebo ( o te recuerdo, que es lo mismo) en cada copa y cada vaso a medio llenar. O tal vez lo que me llene sea tu sonrisa a las 8 de la mañana. Quien sabe, si ni siquiera me la dedicas a mi. Ya es que ni me conoces. Que cojones voy a esperar de una historia que acabo incluso antes de empezar. 
Reírte de la vida aunque duela, hacer locuras, matar los problemas, todo lo que hemos vivido todo lo que nos queda.
Que voy a contarte, si ya ni me conoces. Que voy a decirte si ya ni nos dirigimos la palabra. Que pollas voy a prometerte si ya ni los juramentos valen tus besos. Que ostias voy a susurrarte si ya ni me das la vida.

Irte

Estas en todas partes y no te quedas en ninguna. Aunque supongo que ya debería saber que tu pasatiempo preferido es irte. De mi vida, sobre todo. Pero que te voy a reprochar a ti, si sigues siendo mi pecado favorito. Eres esa excepción que me obliga a ahogar las penas en alcohol y a revivirlas en alguna calada. Pero ni con esas te aparto de mi mente. Joder, cuando aprenderé a dejarte marchar del todo, cuando tu nombre sera solo uno más...

Ruinas

Mi corazón dice que dejes de joder y que te pires de una puta vez, que ya no aguanta más huidas; que esta harto de verme llorar. Que esta hasta los huevos (o mejor, hasta los ovarios) de encogerse un poco con cada decepción que huele a ti. Y odia a la vida por romperme (o mejor, por rompernos) de todas las maneras posibles, transformándonos en trozos incompletos. O mejor, en ruinas.