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Mostrando entradas de diciembre, 2012

GRACIAS POR ESTE 2012

Está llegando a su fin. Este maravilloso 2012, ya se acaba. Este pedazo añito, estos 366 días que han dado para mucho, estos 12 meses únicos, todo lo que nos ha pasado. Porque, cada año te marca. Te marca de una manera distinta, te hace cambiar; en algunos casos madurar y tal vez llegar a ser más feliz. Porque, cada año es diferente. Cada año las cosas se salen de lo básico, de lo establecido, de lo normal; y muchas cosas quedan irreconocibles. Los miedos, las inseguridades, los complejos, las dudas, todo. Algunos se mantienen igual, y otros no. 12 meses dan para mucho, y os aseguro que nosotras hemos disfrutado este 2012. Lo sé. Ha sido nuestro año, y eso no nos lo quita nadie. Es mirar atrás y ver todo lo que ahora tenemos, y antes desconocíamos. Se nos va un gran año, uno enorme, lleno de: emociones, risas, música, momentos irrepetibles, lágrimas, sonrisas, motivación, amigos, verano perfecto, fiestas, felicidad, libertad, sentirnos bien, ganas de comerse el mundo, sentir que alguie

Le buscarás

No puedes evitar quererle, no podrás. Y lo sabes. Le buscarás entre la gente con la mirada sin darte cuenta, lo harás, le verás, y se te inundarán los ojos. Porque, siempre le recordaras. En cada canción, en cada gesto, en cada mirada y cada cosa que te falte. Te acordaras de su forma de reír, de taparse la boca, hasta del sonido de su voz. Algún día vas a morir de tanto querer y no poder. Que escribes párrafos y párrafos con sentimientos que él nunca leerá. Que lo llevas escrito en los ojos con unas letras enormes. Porque, pase lo que pase, nunca le vas a dejar de querer. 

Dolía inmensamente.

Dolía inmensamente.  Si, dolía. Pero logre acostumbrarme a vivir con ello, a vivir con ese peso que me comía por dentro. “No te quiere” me decían, cada día,  repitiéndomelo  de millones de maneras distintas. A veces de repente, otras se veía venir, y algunas eran por sorpresa. De vez en cuando en público, para dejarme peor. Con el fin de hacerme llorar, de hacerme sentir una mierda, de hacerme polvo. En ocasiones lo decía la gente sin importancia, gente que creía cotillas sin vida. Pero, lo jodido es cuando las personas que supuestamente deben estar contigo, te lo dicen. Lo jodido fue cuando me dejaban claro lo poco que valía.  Así  que, si, me dejaron destrozada. Pero la culpa no fue solo de él. Una gran parte lo fue, no lo niego. Pero, también tuvieron mucha otras personas, personas a las que consideraba y hoy todavía considero amigas. 

Personas grandes.

-Mira el cielo, ¿ves todas esas estrellas? +Si -Pues algunas, dejaron de brillar hace mucho tiempo. +Entonces....¿ están muertas? -Si, podría decirse, pero alguna vez, brillaron tanto, fueron tan fuertes, que su energía sigue en el espacio y las seguimos viendo en el firmamento. Lo mismo ocurre con las personas: hay algunas, que son tan grandes, tan importantes, que aunque mueran, siempre estarán en nuestros corazones.  

Eres todo lo que has experimentado.

No eres la talla de tu sujetador, ni la anchura de tu cintura. No eres el color de tu pelo, el color de tu piel o el color de tu lápiz de ojos. No te defines por la cantidad de atención que obtienes de los hombres. Eres las cosas con las que sonríes, las palabras que dices y lo que te imaginas antes de dormir. Eres los sentimientos y los pensamientos que tienes. Eres todos los momentos que has vivido con todas las personas que has conocido. Eres preciosa, no por la forma de tu cuerpo o por la belleza de tu rostro, sino por la calidad de persona que eres. 

Simplemente, te encanta.

Que te encanta. Cada parte de su cara y su cuerpo. Todo lo que le completa, todo lo suyo. Que le ves como el chico perfecto, el ideal. No puedes parar de hablar de él. Todo es él, él, él. Siempre él. Porque, simplemente es tú prototipo. Todos tenemos uno. Y pensar lo mucho que te gustaría besarle, llegar a ser algo, que se fijara en ti como tú te fijas en él. La cosa es que sabes que no es posible. Ningún chico como él, tan perfecto, tan guapo, tan atractivo, se fijaría en alguien como tú. Lo comprendes, tú tampoco te elegirías  Ni como segundo plato. Ni quinto cubata. Tal vez ni después de dos porros. Es lógico, eres tú. Si, la que se siente morir cuando le mira, la que como él, se queda con la mirada perdida. La que mira fijamente, sin pestañear. Y cada vez te encanta más. Como cada año. ¿No te cansas del amor? No, porque como ya he dicho, te encanta. Te encanta, si, pero crees que sigues enamorada de otro gilipollas. ¿Enserio? Olvídate de una vez. 

Lo único que has logrado ha sido recordarle.

Deberías darte cuenta de que a él no le preocupa lo que te pase, ni que digas mentiras, ni que mires a otros tíos. No le importa lo mucho que le quieres, y ni siquiera sospecha que sigues pensando en él. Le da igual que llores a las noches, que te protejas en música y en canciones que solo tienen sentido en tu vida. Le es indiferente que todavía a veces le des vueltas a como seria tener una vida juntos, pasar las noches y los días de su mano. Y, aunque te esfuerces en olvidarlo, aun recuerdas el roce efímero de su piel, cuando sin quererlo vuestras manos se rozaban y tú contenías la respiración. Su mirada, su sonrisa, cada palabra, no se te van de la cabeza. La verdad es que ya no sabes ni lo que sientes, si le quieres o le odias, si le extrañas o no le quiere ver. Es tanto el tiempo en el que has querido olvidarle, que lo único que has logrado ha sido recordarle más.

Recuerdalo

Nunca te duermas sin un sueño, ni te levantes sin un motivo, tampoco vivas por nadie que no este dispuesto a vivir por ti, recuerda que ningún día se parece a otro y que nadie se parece a ti. Que solo hay una persona capaz de hacerte feliz para toda la vida, y esa persona eres tú mismo. Si hay gente que quiere entrar en tu vida, que entre. Si hay gente que quiere salir de ella, que salga. Pero que no se queden en la puerta, porque molestan a los que quieren entrar.

Lo que realmente quiero,

Lo que realmente quiero es una relación con alguien a quien contarle todos mis secretos, hacer tonterías, y que aún así, me siga queriendo, cada día más. Alguien que se meta en mi vida, tanto que la deje irreconocible. Alguien que me haga dudar de todas las promesas que a lo largo de los años me he hecho a mí misma, que lo ponga todo patas arriba y me haga feliz. Un chico que me aguante hasta quedarme dormida y que me escriba un “Buenos días pequeña” cada mañana, y que se asegure de que cuando me despierte sea lo primero que lea. Que me saque una sonrisa en mis peores momentos, que comprenda que no doy más de mí para algunas cosas, pero que sepa que intento estar a su altura. Que sepa que le intento esconder todos mis defectos para que no se aleje de mí, y que riendo me diga que para él todos esos defectos son virtudes. Que pasen los días de 30 en 30, que pasen los meses y tengamos que celebrar lo felices que estamos juntos, cada día mejor. Que prometamos un “Siempre”, que probablement