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Mostrando entradas de noviembre, 2012

Un día que nos llega a todos.

Y es que cuando somos pequeños creemos que somos los mejores, que somos perfectos, que algún día llegaremos a ser unas princesas preciosas o unos caballeros valientes como los de los cuentos, futbolistas famosos o astronautas, o quien sabe que. Creemos que somos únicos, que somos guapos, que todos nos van a querer siempre. Sentimos que somos el centro del mundo y que nada puede seguir sin nosotros. Necesitamos atención y no tenemos dudas acerca de nada, al fin y al cabo somos niños, nada de lo que hagamos puede estar mal, no tenemos nada de lo que preocuparnos. No sabemos lo que es el amor, pensamos de la manera más ingenua posible que es algo bonito y de cuento de hadas. Y en realidad, no tenemos ni idea, no sabemos lo alejados que estamos. Pensamos que encontraremos a la primera a alguien que nos llene, a alguien que nos quiera y que sea capaz de matar monstruos por nosotros. Que nos elegirá a nosotros, sin tener en cuenta a nadie más. De todas formas, eso nos creemos, los mejores, s

Sobretodo los días 22.

Tu dolor nadie lo siente, tus alegrías nadie las nota, tus tristezas nadie las ve. Pero compórtate como una guarra un día, comete un puto error, que te criticarán y te lo recordarán los 365 días del año.

¿Sabes cuál es el pronombre personal que debería tener el papel más importante en tu vida? ¿Y el que primero se nos olvida? Tú. Muchas veces te dejas en el último lugar, y no te das cuenta de que solo tú sabes realmente quien eres. Porque tú, eres el único que sabe que te motiva cuando te despiertas. Él que se marca las metas y las cumple, el único que conoce que canciones te hacen querer comerte el mundo, quien disfruta de los pequeños placeres y de los pequeños detalles. La única persona que sabe cuando el espejo te dice la verdad y cuando te miente. Él que sabe cómo te sienta hacerte un año más vieja, el que vive los días de lluvia en tu piel. Quien sabe cuáles son las historias que te hacen perder la cabeza, él que conoce el verdadero sabor de tus lagrimas. Tú, eres él que soporta el sonido de tu horrible despertador cada vez que te despierta, quien tiene la capacidad de decidir que es mejor reírse de los problemas y buscarles soluciones. Eres el único capaz de valorar lo que hay e

Siempre le recordaras.

Cuando empiezas a querer a alguien, no intentes dejar de quererle, por que con el paso del tiempo, por muchas cosas que sucedan, le seguirás queriendo. Le podrás querer de muchas formas distintas, incluso de más de una, pero siempre tendrás ese cariño por esa persona. Ni el tiempo, ni la distancia, ni las personas, harán que cambie eso. No se puede dejar de querer a alguien.
"Ya tengo asimilado que no soy ninguna princesa. Que tal vez nunca voy a vivir mi propio cuento de hadas, ya que hay algo llamado realidad que siempre lo fastidia todo. También sé que no tengo un cuerpo de diez. Ni la mejor sonrisa. Y mucho menos la cara más bonita. Que mi nariz no es perfecta, ni cada curva de mi cuerpo. Cada día me miro al espejo pensando en que tengo que aceptarme tal como soy, aunque sea  difícil .  No soy la chica en la que los demás se fijan. ¿Sabéis? Tampoco me gustaría ser el prototipo de 'belleza' que tiene marcado la sociedad. Simplemente, me encantaría levantarme cada día y sentirme agusto. Dejad la inseguridad a un lado, la timidez, y todas esas cosas que día a día pueden perjudicarme. Valorarme, quererme más. Pero no lo consigo. Es difícil. Tampoco busco a un príncipe azul que venga en su caballo blanco, ni mucho menos. Busco a alguien que me haga reír, que se enamore de mi timidez y de mi mal humor por las mañanas. Alguien dispuesto a quererm

Gente sin la que no seriamos nosotros.

No entiendo porque las buenas personas, las que siempre siempre están hay, las de verdad, las que comparten mis días y mis ilusiones, personas por las que lo daría absolutamente todo, esas personas por las que moriría y mataría, no se porque esas personas lo pasan mal. Son las que mas derecho tienen a ser felices, las que más valoran los buenos momentos, son las únicas que se merecen tener todo lo que se propongan. Gente de palabra, gente sincera, gente que lo único que no quiere es que sufras. Esa con la que eres capaz de compartirlo todo, que te hacen ser mejor y aspirar a más. Son las que menos se merecen lo malo, las que cada día deberían despertarse sonriendo y seguir haciéndolo todo el día. No es justo que esa clase de personas lo pasen mal. ¿En que clase de mundo vivimos? Necesitamos a más gente así. Por eso quiero, que les demostremos a cada uno de ellos y de ellas, todo lo que valen, lo maravillosos que son, lo mucho que les echaríamos en falta si no estuvieran, y decirles lo

Por nadie sentiré lo mismo.

Escribirte . Como si fueras a leerme, como si te importase lo que piense. Como si fueras a entenderme. Como siempre . Hablando de lo que saben hasta los más tontos, de lo innegable, de único que sé. Un día me falló quien menos imaginaba, y entendí que las promesas hay que cumplirlas, y que de los actos hay que hacerse cargo, aunque sea tarde. Por eso hoy lo reconozco, aunque ya este claro para muchos. Reconozco que no hay un puto día en el que no  estés  presente, en el que no te nombre, en el que no hable de ti, en el que no te escriba. Que al verte me muero por hablarte, porque en el fondo me duele que nos ignoremos, porque nunca, ni un solo minuto, has dejado de importarme. Que echo de menos como nos  tratábamos  antes, aunque ahora nos  llevemos  mas o menos bien, echo de menos hacerte la vida imposible. En aquella  época , me  daba  igual, si te  reías  de mi o conmigo. Porque, si; es  difícil  fingir que no me importas. Ya no me quedan fuerzas para hacerlo, malgaste mucho tiempo

Porque tienes mucho que decir, y te callas

Haber si reaccionas, haber si aprendes de una vez lo que es la vida, que todo cambia, que tienes que echarle valor y dejar atrás los miedos y las inseguridades. Plantar cara, ir hacia delante con paso firme y nada más. Que todos tenemos problemas, a veces tantos que creemos que no podemos más, e incluso nos derrumbamos. Pero la cosa consiste en intentar, cada día, sonreír un poco más y pensar un poco menos en lo malo. Que eres una persona reservada, menos con tus amigos, lo sé. Que dejas lo de hablar mucho y lo de ser tu misma para ellos y ellas, con los que estas agusto y para nadie más. Porque tienes mucho que decir, muchísimo, pero te callas. Te callas porque no muchos merecen saberlo, o simplemente porque te gusta tener ciertos pensamientos sin que nadie lo sepa. Y, es que piensas demasiado, le das vueltas y vueltas en tu cabeza a todo. Piensas tanto que hasta te cuesta expresarlo. Yo creo que las personas tímidas son las que más piensan, las que más cosas tienen por contar. Por es