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Lo que entiendo yo por suerte

Vengo a abrirme un poco más todas estas heridas que me empeño en curar con alcohol, pero que ni con esas se borran de mi piel.  Hoy vengo a hablar de todos esos que no nos han querido nunca. Pero sobretodo de los que si lo hicieron y se llevaron la hostia de su vida; pero les mereció la alegría. Ojala algún día sepáis lo que es encontrar a alguien que os acepte con todas vuestras gilipolleces y este dispuesto a aguantaros de todas las formas posibles.  Ojala encontréis a esa persona a la que hablarle los sábados cuando llevas dos copas de más, y en lugar de enfadarse, sonría. Sí, que sonría, porque sabe que lo esta haciendo de puta madre. Espero que experimentéis de primera mano ese "cuanto más te odie más te estaré queriendo", porque os prometo que es una de las peores y mejores sensaciones que podréis tener. Rezo porque tengáis alguna vez a esa persona a quien llamar idiota y que sepa que es vuestra mejor forma de decirle te quiero. Ojala tengáis suerte....

La chica de las ilusiones rotas

Os vais con el primero que os ofrece el mundo entero. Y luego normal que tengáis esas cicatrices. Mirad quien os lo dice, la chica de las ilusiones rotas. La que se esconde tras las palabras que escribe mientras escucha una canción triste en acústico. La chica que de lo único que sabe mucho es de reír. La que se asusta cuando las cosas le empiezan a ir bien. La que quiere ser valiente y lo va a ser. La que quiere querer.
"Como cuando todas tus amigas habían dado un beso pero tú no, pero con el amor."
"No sabes lo que ha sido verte sentada en el sofá, enfrente, hablando de los dos como el que habla de algo suficiente para vivir eternamente. "
ERES EL DESASTRE QUE NECESITA TODA VIDA.
"Que te quiero un poco más cuando no puedo tenerte, que olvidarte nunca ha sido mi fuerte"

Adicciones

Las adicciones son como la vida, todos tenemos una. Hay quien lo es a Internet, a la comida, al sexo o al alcohol. Claro que luego están las adicciones más jodidas como cuando acabas enganchado a alguien; esas son las peores. Creedme, sé de lo que hablo que yo he tenido muchos vicios, muchas cosas que me hacían mal. Pues si, supongo que todos somos adictos a algo, o a alguien. Y cuesta mucho desengancharse, ya puede ser de una casa, de un chico o de una botella. Porque gracias a ellos, en algún momento u otro, hemos sido muy felices. Pero no hay más remedio que intentar tirar para adelante, sin mirar atrás. Y supongo que sera verdad, que el primer paso para dejar de estar enganchado es reconocer que lo estabas.