Otra noche de bajón, hace tiempo que es costumbre. Parece que los problemas nunca se acaban. En realidad, parece que se triplican. Debe de ser por mi culpa, al fin y al cabo soy experta en complicarme la vida. Aunque, todos tenemos problemas, eso no se puede negar. Por eso me encanta tanto la sensación de estar borracha, porque te olvidas del mundo. Solo importa el ahora, el momento, y nada más. Y eso es tan increíble. Te das cuenta de lo ridículo que resulta todo, la vida en general. Es una forma de desconectar de vez en cuando de la realidad, de dejar todo de lado. Por eso bebo, porque me ayuda a seguir, a desinfectarme un poco por dentro. Ojala se pudiera sentir lo mismo sin necesidad de consumir alcohol, ojala pudiera llegar de otra forma a pasar completamente de todo, siendo yo y nadie más. Por eso lo hago. Y de verdad lo siento por la gente que me tiene que aguantar. Al fin y al cabo, somos simples humanos.
Escribir sobre ti me resulta tan complicado... ¿Cómo podría explicarte, que la realidad en tus ojos me refleja, y me asusta, y me acojonas cada vez que creo ver que realmente es a mí a quien miras y no a una imagen estereotipada de un personaje ficticio? Tú no eres ningún personaje, tú eres simplemente.... todo lo que mi corazón ha buscado desde el mismo instante en que bombeó la primera ráfaga de sangre a todo mi cuerpo. Porque cada uno de mis textos te los he escrito a ti sin haberte conocido, y sin embargo, hoy tiene nombre y apellidos. Tiene los ojos más intensos que jamás he mirado. Tiene el cuerpo y las medidas perfectas para hacerme perder el Norte, el Sur, y cualquiera de mis puntos cardinales. Tiene la boca con el nombre del pecado que cometería cada segundo de mi vida. Tú no eres veneno.. eres una droga deliciosa por la que morir de sobredosis. Eres la conjugación que une el Invierno y la Primavera. Puedo ser lo que quieras que sea pero sobre t...
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