Ir al contenido principal

Mi sonrisa.

Sabes, sigo pensando que mi sonrisa sabe hablar mejor que yo. Por eso le dejo libertad para asomarse cuando le plazca, para saludar a quien quiera, con el fin de dar más color a mis días. Confió plenamente en su poder de hacerme mejor persona, más valiente, más bonita. Porque ella entiende de felicidad más de lo que yo podría leer en  mil libros.  Porque sabe de versos y de palabras. Para ella mi vida se resume en detalles; en momentos exactos que no se pueden comprar ni vender, que se deben regalar. Ama con locura a los que la ayudan a salir cuando se traba, cuando está demasiado cansada para lograrlo ella solita. No cree en eso de quedarse en casa viendo una peli, ella opina que su belleza debe ser mostrada a diario; de lo contrario me estaría traicionando a mí y a todos los que desean verla. Es orgullosa, y por eso se mantendrá firme ante sus enemigos; aquellos que harán cualquier cosa por hacerla desaparecer. Algunos conseguirán hacerla temblar, pero siempre encontrará la fuerza necesaria para quedarse. Eso sí, las dos tenemos claro que no siempre podrá acompañarme, al fin y al cabo la vida nos jode a todos. A veces me odiara por mantenerla presa, pero cuando le dé permiso para volver a salir me perdonara y brillara con todavía más intensidad. Sabe que la aprecio mucho y que siempre acabo cediendo ante su insistencia. Creo que ella también me tiene cariño, después de todo me ha visto crecer y ya está acostumbrada a sacarme de aprietos y de situaciones complicadas. Como las personas, mi sonrisa tiene muchas caras. Normalmente es alegre, sincera e invita a todo el que quiera a entablar conversación con ella. Es sociable y se muestra a todos por igual, las sonrisas alegres nunca discriminan. En bastantes ocasiones puede volverse tímida, por eso de que se parecen a sus dueños. Le pasa cuando no confía mucho en la persona que la observa, yo la entiendo. Otras veces puede ser triste; hasta las sonrisas tienen días malos.  En cambio ahí sigue, jodida pero ocupando su puesto. También ha llegado a los extremos de ser maliciosa y sarcástica, incluso falsa. No puedo defenderla en eso, pero la entiendo. Prefiere ser ella la que responda a las personas toxicas, antes de que lo haga yo y me meta en algún lio; por eso de que siempre la cago. Por otro lado, a veces prefiere ser dulce para animar a sus espectadores favoritos. Si es que mi sonrisa en el fondo es bondadosa, tal vez otra de las cosas que tenemos en común. Tiene otras cincuenta formas de aparecer, pero yo de todas ellas me quedaría solo con una. Cuando más preciosa esta es cuando se vuelve tonta por alguien. Es frágil y radiante, a partes iguales. Parece borracha de vida y le cuesta un rato volver a la normalidad. Es imposible de disimular y siempre nos acaba delatando. Pero mí sonrisa tonta esta falta de amor y le vendría bien jugar al escondite con otras bocas. Está harta de aparecer por una persona y de acabar huyendo por la misma. Por eso te odia, cariño. Pero lo hace porque te ha querido con toda su alma, porque la hacías más grande con cada frase que pronunciabas y ahora ni la miras. No soporta que la marearas constantemente, que la maleducaras y la acostumbraras a sentimientos que nunca pensabas darle. Se siente estúpida por llegar a pensar que tú eras diferente; por pensar que quizás tú serias el primero que se enamorara de ella. Yo le digo que no lo es, que a mí también me hiciste creer que harías cualquier cosa por mantenerla conmigo. Te desprecia porque ya no das un duro por ella, porque ahora prefieres otras (quizás más luminosas, quizás más bonitas), porque se entregó completamente a ti y tu la ignoraste por completo. Porque ahora eres tú su mayor enemigo, porque eres el culpable de que la idea de quedarse en casa le parezca menos mala. Porque la has matado amor, la has matado y humillado de todas las maneras posibles. Lo que mi sonrisa no sabe es que la culpa es mía. Mía, porque yo nunca estuve tan convencida como ella sobre ti. Me eras indiferente y no imaginaba encontrar en ti todo lo que en secreto buscábamos. Me di cuenta cuando ya era tarde, te había perdido yo solita por gilipollas, por no apreciar lo que valías, por no hacerle caso a ella que tanto sabe.  Tampoco intento justificar tus modos de irte, porque me dolieron como nunca te podrás imaginar. Pero lo entiendo, aunque nunca lo admitiré. No te culpo por haber intercambiado nuestros papeles y que ahora seas tú el que ni me dirija la mirada. Pero ella siempre lo hará, no tengo valor para confesarle la verdad, para decirle que soy una cobarde. Aún con todo, sé que mi querida sonrisa estaría dispuesta a perdonarte, si tú lo quisieras. Al fin y al cabo, aunque le quites la vida también se la das. Si te presentaras con la promesa sincera de quedarte a nuestro lado, volverías a conquistarla, volvería a caer a tus pies. Creo que ella todavía piensa que esta es solo otra de tus idas y venidas, que cuando menos se lo espere volverás a alimentarla. Que ingenua. Yo ya he asumido que te has marchado, esta vez de verdad. Solo me queda convencerla a ella, poco a poco. Acabará entendiendo que merece algo mejor, que merece mezclarse con sonrisas que la correspondan. Sé que pronto se recuperara, y se dará cuenta de que no necesita a nadie para crecer un poco cada día. Es una sonrisa independiente y ya ilumina todo a su alrededor con tan solo despertarse cada mañana. Solo tiene que recordarlo. 

A la que espero que me acompañe el resto de mis días. Gracias por estar ahí, sonrisa.


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Porque empezaste a hablarme?

¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo

Llamame niña

Sé que no es fácil entenderme, sé que construyo castillos en el aire, sé que a veces dan ganas de matarme. Sé que muchas veces resulto insoportable, que vivo en mis cuentos y no hay quien me saque, que me pongo a hablar y no hay quien me calle. Sé que de un segundo a otro cambio de opinión, que con mis sentimientos no me aclaro ni yo, que no digo nada que alguien no haya dicho ya. Sé que me ahogo en un vaso de agua, que me aferro a lo que me invento para no tener que mirar a la cara de la realidad, para no tener que enfrentarme a la vida... Pero ¿cómo no quieres que crea en la magia si la veo, la siento y la llevo muy dentro desde hace tanto tiempo? Cuando miras hacia arriba y sientes cómo el cielo roza tu nariz, cuando irrumpe en tu piel el sol para darte calor, cuando te hace llorar una canción, cuando tienes siete sonrisas tan bonitas a tu alrededor, cuando ríes tanto que se te acelera el corazón, cuando la intensidad llama a la puerta de tu habitación, cuando encuentras algo que ni

Monica Gae - Declaración de Amor y Drama (modificado)

Escribir sobre ti me resulta tan complicado... ¿Cómo podría explicarte, que la realidad en tus ojos me refleja, y me asusta, y me acojonas cada vez que creo ver que realmente es a mí a quien miras y no a una imagen estereotipada de un personaje ficticio?  Tú no eres ningún personaje, tú eres simplemente.... todo lo que mi corazón ha buscado desde el mismo instante en que bombeó la primera ráfaga de sangre a todo mi cuerpo.   Porque cada uno de mis textos te los he escrito a ti sin haberte conocido, y sin embargo, hoy tiene nombre y apellidos. Tiene los ojos más intensos que jamás he mirado.  Tiene el cuerpo y las medidas perfectas para hacerme perder el Norte, el Sur, y cualquiera de mis puntos cardinales. Tiene la boca con el nombre del pecado que cometería cada segundo de mi vida.   Tú no eres veneno.. eres una droga deliciosa por la que morir de sobredosis. Eres la conjugación que une el Invierno y la Primavera.   Puedo ser lo que quieras que sea pero sobre todo, quiero ser el amor