Echar de menos no es solo decirlo. Echar de menos es romper por dentro cuando suena esa canción que te recuerda a todo lo que paso, o cualquier canción que hable de buenos momentos. Echar de menos es recordar siempre lo mejor, y aprender de lo malo. Echar de menos es angustia, nostalgia y ganas de llorar juntas en una misma mezcla de razón. Es prestar atención a lo que dice tu dormido corazón, querer retroceder el tiempo para volver a vivir esas cosas, que te han hecho ser como eres hoy. Es morir al pensar en esos preciosos recuerdos que tienes, que te auto-destruyas con ellos y quieras repetirlos mil veces más. Por que, al fin y al cabo, todos echamos de menos algo, todos querríamos volver a cierto lugar y a cierto momento, aunque a veces nos cueste reconocerlo.
Escribir sobre ti me resulta tan complicado... ¿Cómo podría explicarte, que la realidad en tus ojos me refleja, y me asusta, y me acojonas cada vez que creo ver que realmente es a mí a quien miras y no a una imagen estereotipada de un personaje ficticio? Tú no eres ningún personaje, tú eres simplemente.... todo lo que mi corazón ha buscado desde el mismo instante en que bombeó la primera ráfaga de sangre a todo mi cuerpo. Porque cada uno de mis textos te los he escrito a ti sin haberte conocido, y sin embargo, hoy tiene nombre y apellidos. Tiene los ojos más intensos que jamás he mirado. Tiene el cuerpo y las medidas perfectas para hacerme perder el Norte, el Sur, y cualquiera de mis puntos cardinales. Tiene la boca con el nombre del pecado que cometería cada segundo de mi vida. Tú no eres veneno.. eres una droga deliciosa por la que morir de sobredosis. Eres la conjugación que une el Invierno y la Primavera. Puedo ser lo que quieras que sea pero sobre t...
Comentarios
Publicar un comentario