Poco se habla del placer de olvidar, de mirar a la cara de la
realidad. Normalmente solo se piensa en el dolor que te puede acarrear apartar
a alguien de tu cabeza. Pero nadie nos cuenta la agradable sensación de
conseguirlo. Y que bonitos son algunos finales, sobre todo cuando pierdes algo
que nunca quisiste haber encontrado. Cuando dejas de necesitar las palabras de
alguien para continuar y empiezas a comprender que el oxígeno es el único que
te mantendrá con vida. Acojona pensar en cuantísimo daño soy capaz de hacerme, y cuanto me gusta sufrir. Que peligro tengo al ser mi mayor victima. Pero del mismo modo que me he jodido viva, puedo hacerme completamente feliz. Sin ayuda.
Escribir sobre ti me resulta tan complicado... ¿Cómo podría explicarte, que la realidad en tus ojos me refleja, y me asusta, y me acojonas cada vez que creo ver que realmente es a mí a quien miras y no a una imagen estereotipada de un personaje ficticio? Tú no eres ningún personaje, tú eres simplemente.... todo lo que mi corazón ha buscado desde el mismo instante en que bombeó la primera ráfaga de sangre a todo mi cuerpo. Porque cada uno de mis textos te los he escrito a ti sin haberte conocido, y sin embargo, hoy tiene nombre y apellidos. Tiene los ojos más intensos que jamás he mirado. Tiene el cuerpo y las medidas perfectas para hacerme perder el Norte, el Sur, y cualquiera de mis puntos cardinales. Tiene la boca con el nombre del pecado que cometería cada segundo de mi vida. Tú no eres veneno.. eres una droga deliciosa por la que morir de sobredosis. Eres la conjugación que une el Invierno y la Primavera. Puedo ser lo que quieras que sea pero sobre t...
Comentarios
Publicar un comentario