No sé porque eres así. Porque desprecias tanto a la gente, porque te crees superior. Dices que la gente va de flipada, cuando la única que se cree guay aquí, eres tú. Sinceramente, a veces no te aguanto. Hablas de ti, de la gente con la que te llevas bien, de tus pretendientes, de los rumores, de gente que es incluso más falsa que tú. En cambio, te la suda lo que nos pase a las demás. Sinceramente de nuevo, me rio de ti. Sé que no soy una de las personas que más amigos tiene, y está claro que de las más guapas tampoco. Pero yo por lo menos, no voy criticando a la gente sin razón, ni me lio con el primero que pasa, ni me hago la interesante. Pues eso. Que me rio de la pena que das.
Escribir sobre ti me resulta tan complicado... ¿Cómo podría explicarte, que la realidad en tus ojos me refleja, y me asusta, y me acojonas cada vez que creo ver que realmente es a mí a quien miras y no a una imagen estereotipada de un personaje ficticio? Tú no eres ningún personaje, tú eres simplemente.... todo lo que mi corazón ha buscado desde el mismo instante en que bombeó la primera ráfaga de sangre a todo mi cuerpo. Porque cada uno de mis textos te los he escrito a ti sin haberte conocido, y sin embargo, hoy tiene nombre y apellidos. Tiene los ojos más intensos que jamás he mirado. Tiene el cuerpo y las medidas perfectas para hacerme perder el Norte, el Sur, y cualquiera de mis puntos cardinales. Tiene la boca con el nombre del pecado que cometería cada segundo de mi vida. Tú no eres veneno.. eres una droga deliciosa por la que morir de sobredosis. Eres la conjugación que une el Invierno y la Primavera. Puedo ser lo que quieras que sea pero sobre t...
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