Hola idiotas. Dejarlo ya, conseguisteis vuestro objetivo hace ya tiempo. Si, alegraros, me habéis jodido pero bien. Se perfectamente que no soy guapa, ¿vale? Admito que soy justo lo contrario, soy horrible. ¿Pero sabéis que es lo peor? Que lo pienso, gracias a vosotros, si, no os quitéis el merito. No dais tregua. Seguís y seguís. Con la misma historia. ¿Cómo coño queréis que os lo diga? Que lo sé ¿vale? Lo sé mejor que nadie, soy fea. LO SÉ. De sobra. Así que por favor, bastante me tengo a mi misma, me puedo sentir una mierda sin vuestra ayuda. Gracias.
Y comprendió que hay personas que brillan sin ser estrella, y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices: que las comparta con nosotros. Comprendió que enamorarse era una necesidad tan importante como respirar, y que, al igual que moría si no respiraba, también lo hacia, aunque de distinta forma, si no amaba. Pensaba eso del amor. Y también pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos, porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese daño. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas. Que te quite las ganas. Así que nos vestimos con un poquito de orgullo, y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar,...
Comentarios
Publicar un comentario