Que si no te gustaba como era, podías haberte marchado antes y me ahorraba esto. En el fondo la gilipollas fui yo por ver que lo estaba perdiendo y no hacer nada. Empezar hablando de mi y terminar hablando de ti es tan puta mierda. Una pena que echar de menos no tenga un límite. Y dime que te jode, que me quieres, que iba en serio. Siempre podemos volver a empezar. Yo siempre me acuerdo de ti, al teorizar sobre el amor por las noches. Y eso es lo peor: me estoy comiendo la cabeza por alguien que no se acuerda de que existo. Y en eso se resume mi vida. Quiero contarte que es muy fuerte esto que siento. Cómo explicártelo… es como si te quisiera a mi lado pero tuviera ganas de correr hacía otro sitio. Desde que no estas tengo el tiempo entre las tripas. Me he acostumbrado a decir adiós cuando quiero que se queden. Y no encuentro una soledad más cobarde. ¿Que hacer cuando todo lo que quieres ni te habla? Te busco en cada trago y no te encuentro. Yo siempre fui muy de relacionar canciones con personas. Siempre, hasta que todas me recordaban a ti y a que ya no estabas. Porque no me sale dejar de quererte. Dejar de buscar algo que esta perdido. Es que hay cosas que deberían ser para siempre. Hace gracia ver como somos capaces de querer más a alguien que a nosotros mismos. Me hace gracia y me da pena. Tantas cosas que hacer y estoy aquí echando de menos como una gilipollas. Me siento como si estuviera esperando algo que no va a suceder. Supongo que tiene que ser otro el que nos quiera, porque nosotros nos conocemos demasiado bien nuestras cicatrices. Y por eso el amor. Bueno, y que aquí pasa el tiempo y por mucho que lo neguemos, hay cosas y personas que nos siguen importando y doliendo como antes. Porque gracias a ti el tiempo a cerrado heridas que creí que matarían.
Y comprendió que hay personas que brillan sin ser estrella, y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices: que las comparta con nosotros. Comprendió que enamorarse era una necesidad tan importante como respirar, y que, al igual que moría si no respiraba, también lo hacia, aunque de distinta forma, si no amaba. Pensaba eso del amor. Y también pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos, porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese daño. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas. Que te quite las ganas. Así que nos vestimos con un poquito de orgullo, y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar,...
Comentarios
Publicar un comentario