Tengo que quererte, amor. Tengo que vivir de ti, créeme, no puedo quitarme este jodido mono de ti. Eres un vicio, eres un exceso, eres tú. Eres la peor de las drogas y cuando te esnifo, dueles. Pero dueles de la manera más bonita que hay, de esa que me hace masoquista. Me gusta sufrir por ti y sé que suena demasiado enfermizo, pero tú también lo entenderías si estuvieras loco por alguien. No sé cariño, quizás este enferma. Tal vez no me cure nunca, quien sabe. Soy muy de sentir las cosas a fondo y encariñarme con la piedra.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo
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