¿Sabes esas veces en las que piensas que nadie te conoce? Yo, muchas veces, que nadie me conoce en el fondo. Pero puede que entre toda esa gente se encuentre una persona que sí que lo hace. Esa persona que sabe cuáles son tus canciones favoritas; cuáles escuchas sin parar, cuáles te traen malos recuerdos, que sabe que tiene que decir en cada momento, que sabe lo que sientes solo con mirarte, que entiende tus silencios y entiende tus miradas. Que te ayuda con una sonrisa y unas palabras comprensivas. Que te dice lo que está bien y te hace ser mejor. Que confía en ti, y tú en ella. Que a veces se harta de ti, pero solo para que entiendas que no has hecho algo de la manera correcta, siempre con razón. Que te cuenta las cosas que le preocupan, las cosas que piensa. Y que sabe que tú también se las cuentas a ella. Que sabe hacerte feliz, pero te mantiene con los pies en la tierra. Que te consuela en tus días grises, que te comprende y sabe cómo te sientes mejor que tú misma. Que espera tus consejos. Que, aunque a veces lo niegue, te quiere. Y sabe lo que es mejor para ti. Es una de esas personas por las que te faltan vidas para darle las gracias. Y me alegro de que pasen estas cosas, de que ella tenga lo que se merece. Se merece ser feliz, más que nadie en el mundo entero. Felicidades, de todo corazón :)
Y comprendió que hay personas que brillan sin ser estrella, y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices: que las comparta con nosotros. Comprendió que enamorarse era una necesidad tan importante como respirar, y que, al igual que moría si no respiraba, también lo hacia, aunque de distinta forma, si no amaba. Pensaba eso del amor. Y también pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos, porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese daño. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas. Que te quite las ganas. Así que nos vestimos con un poquito de orgullo, y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar,...

ai k bonito muchar gracias joe!! jajaj estoy llorando! :)
ResponderEliminartontaa! jijiji
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