Aprendí a vivir. Aprendí a sonreír. A acostumbrarme a los cambios. A verte con ella y soportarlo. A negar lo evidente más de mil veces. Aprendí a decir que no cuando en realidad me moría por decir “si”. A ser yo. Aprendí a dejar que la vida siga su curso, que no entenderé ni la mitad. A bailar bajo la lluvia. A cantar hasta romperme la voz. A quedarme despierta hasta las tantas hablando por teléfono. A conocer a las personas y saber como son. Aprendí a gritar cuando algo me sorprendiera, me alegrara o no. A decir lo que pienso. A quedarme afónica millones de veces. Aprendí que la vida son dos días y uno está lloviendo, que vas a salir a la calle y te vas a mojar. Pero, sobre todo aprendí que tengo que ser feliz, y hacer que los de mí alrededor lo sean también. Y me alegro de haberlo aprendido.
¿En que jodido momento se te ocurrió pulsar sobre mi nombre para poner un simple "hola"? Dime, ¿por que decidiste hablarme precisamente a mi? Seguramente, la rutina te harto, necesitabas algo que hacer y alguien con quien charlar. Seguramente, no lo pensaste mucho. Seguramente, fue una tontería. Quizás no tenias nada mejor que hacer. Tal vez el aburrimiento te pudo y solo querías algo de entretenimiento. Pues, siento decírtelo, te equivocaste de persona. Aunque parece que ya te has dado cuenta. Lo que me jode es que ya han pasado ocho meses desde la primera vez que me hablaste. Y, has seguido haciéndolo. Eso es lo peor. Porque al principio, me daba igual. Me dabas igual, más bien. No me importabas para nada, en serio. Pero, las chicas nos enamoramos de lo que nos dicen, ya sabes. Y eso es lo que me paso. Cada día que hablábamos me iba a dormir con una sonrisa. Porque, aunque nuestras conversaciones fueran estúpidas, a mi me gustaban. Me hacían sentir bien. Parecía que te preo
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